martes, 5 de junio de 2012

El Contraste


Por Josemi Álvarez (@JMBorbi93)

La Feria de San Isidro 2012 comenzaba con las destacadas ausencias de José Tomás, Julián López “El Juli”, Enrique Ponce y Juan Mora. Tras esto, había opiniones para todos los gustos, aunque mayoritariamente las previsiones entre los aficionados eran pesimistas, y la voz del aficionado no suele equivocarse. Feria en la que había varios alicientes: la despedida de José Pedro Pardos “El Fundi” del público venteño; la amplia representación de diestros mexicanos en el serial; la puesta en alza de toreros jóvenes como Juan del Álamo, Arturo Saldívar, Miguel Tendero, Víctor Barrio… amén de muchos otros que luego resultaron no salir como se preveía.
Una feria de sinsabores tanto en el aspecto ganadero como en el artístico ya que muchas de las corridas señaladas en el cartel tuvieron que ser sustituidas tras no pasar el corte veterinario. Algo esto que en la primera plaza del mundo no debería darse tan a menudo. Otro hecho que se ha dado es que para una vez que salía algún toro decente, muy de vez en cuando, la persona que se ponía delante no estaba apta para torear en Las Ventas; y cuando, el que se ponía delante tenía ganas de verdad, no contaba con un oponente digno de triunfo. En este abono hemos vivido el fracaso de la apuesta por toreros aztecas, en los que lo mejor que se ha visto de la presencia de éstos ha sido el tercio de varas protagonizado por el picador mexicano Ignacio Meléndez.
En este serial hemos visto el buen momento por el que pasan toreros como Javier Castaño, Iván Fandiño, “Morenito de Aranda”, Eduardo Gallo y, el que más ha sorprendido, el novillero Gómez del Pilar. Al igual que el derroche de valor y de pundonor de Sebastián Castella quien mató dos toros con una cornada abierta. También nos ha servido para verificar ¡qué fácil es triunfar siendo rejoneador! No obstante, el torero que más ha dado que hablar en este San Isidro ha sido Julio Aparicio quien, tras un ridículo sin paliativos en su primera actuación, se cortó la coleta al final de la corrida después de repetir ridículo en su segunda presencia en el serial, no dejando lugar a la duda de que pasa por el peor momento de su trayectoria. Retirada de añadido que fue todo un gesto de honradez y honestidad para con la afición y el mundo taurino. Otra retirada, aunque ésta ya anunciada previamente, es la de “El Fundi” que no pudo despedirse como se merece y tuvo que escuchar los tres avisos que devolvían a su último toro en Las Ventas, un toro indecente de esta plaza, a los corrales.
Hablando de cuadrillas podría destacar la de José María Manzanares, ya por todos conocida y formada por “Chocolate”, Barroso, Curro Javier, Juan José Trujillo y Luis Blázquez. Pero los subalternos que, sin duda, han dado que hablar en este San Isidro han sido Tito Sandoval (picador) y David Adalid (banderillero), ambos de la cuadrilla de Javier Castaño, además de la brega del peón Fernando Galindo y del ya nombrado Nacho Meléndez, ambos de cuadrillas de toreros mexicanos; Ignacio Garibay y “Zotoluco”, respetivamente.
En cuanto al ámbito ganadero, hay mucho que criticar y poco que alabar. Y como de lo malo, ya se ha hablado mucho, voy a destacar lo elogiable. Cabe señalar, en este aspecto, las corridas de Alcurrucén, Baltasar Ibán y Cuadri la cuál, aunque buena en general, tampoco era como para que su mayoral saliese a saludar al respetable, dejando en mal lugar la labor de los diestros. En general, la corrida más completa fue la de Alcurrucén en la que se pudo ver que El Cid no está para torear en las principales ferias del país, confirmando lo vislumbrado en Sevilla; la lección de honradez y fuerza que dio Sebastián Castella en sus dos toros que le han hecho valedor del premio a Triunfador de la Feria y el poco respeto que tuvo el público de Las Ventas pitando la labor Miguel Ángel Perera que le puso ganas y se arrimó muy “a su manera” siendo fiel a su concepto del toreo jugándosela con toros que no se lo pusieron nada fácil.



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